LOS QUE SE AMAN.

Las personas que se aman son aquellas que se permiten expresarse en su error y luego se ayudan a superarlo. Son las que pueden ver tu sombra, tolerarla, soportarla, sufrirla y hacer con ella una metamorfosis, un arte, una suerte de alquimia. Son aquellas que te han mostrado la fuerza su “Ser” y por este motivo se entra con ellas en hermandad y entonces es la fuerza – que surge de este entendimiento- la que nos acompaña en nuestra relación con ellas. Esta explosión de afecto es el motor de la gratitud.

Sin este fenómeno, que nos permitirá progresar, ser mejor persona y aspirar a convertirnos en un ser humano mejor dotado, no es posible prosperar, avanzar, germinar, perfeccionar ni renovarte. Y entonces, en este prodigio de la relación, se produce un acontecimiento superior: Estás con los que amas en fraternidad. Este sería el sentido de lo comunal, de lo compartido. Esta es la muestra, el botón que encaja en cada ojal, el motivo de unirse en lo óptimo, es decir, estar en Amor. O por lo menos en el intento, y estar en el intento es ya un arte, una disposición del alma que se nutre de lo espiritual en cada uno, es la multiplicación. Estar en el intento es la vocación del guerrero, que no es poca cosa.

Mientras tanto, mientras el mundo cruje, los balcones de nuestros barrios gritan…. Los balcones de nuestros barrios lloran… y la solución de tanto grito y tanto llanto sólo puede ser calmada por el afecto, la compasión. Esa compasión que no es el sentir pena por lo ajeno, como si “no nos concerniese”, sino acompañar la pasión del otro; su sufrimiento. Y cuya única emergencia posible es la gratitud. Todo nos atañe, todo es nuestro, todos somos los unos de los otros.

Así ha sido desde las antiguas culturas y así lo explica la física quántica

[1]. Nosotros abrimos un espacio desde la nada, desde lo que no existía más que como idea –que no es otra cosa que un regalo del espíritu y a ello vamos. Porque por encima de todo somos creadores, tal vez a imagen y semejanza – eso sí – pero creadores al fin y al cabo. Y vamos hacia esa prueba, a ese examen, para que a partir de este ensayo que llamamos Criterio y Consciencia, este modo de relación que proponemos, pueda hacerse extensivo a todo ser humano receptivo que entienda esa suerte de regalo. Este presente que sólo puede darse entre humanos, la consciencia que nosotros queremos para todos.

Es ambicioso, puede serlo mucho más que ese Mal que tanto lo es. Por eso me planteo la necesidad de un marco político para su desarrollo; una norma. De ahí -de un impulso afectivo, a veces disfrazado por las limitaciones que entre todos serán menos- es de donde surge el interés por la humanidad y la lucha contra el sufrimiento y la injusticia. El interés por la fraternidad y la cooperación creativa [2] entre seres humanos, en cualquier posible área de actividad.

No es nimio el reto, pero es lo que toca, aún cuando el miedo nos haga sentir que no somos bastante, que no somos suficientes, que no estamos preparados. Nunca nadie está lo suficientemente preparado. Si no a qué viene tanto repetir, tanto sufrir, tanto volver a empezar, tanto caer y volver a levantarse. Pablo (que en eso tenía lo que se dice “la mano rota”) apostillaba: “Lo importante no es cuantas veces hayas sido derribado del caballo, sino cuantas otras has sido capaz de volver a montar en él”. En esto estoy, y… en esto estamos.

Yo os invito a partir de ahora a participar en una actividad de enfoque de propósito, para hacer todos juntos un viaje en el que podamos enfrentarnos con toda nuestra inteligencia y saber hacer contra los infinitos e inagotables abusos de poder. Que no nos falte el valor y que esa fuerza nos conduzca. Os invito, les invito, a dar respuestas.

Alfons Vinyals

Febrero de 2012

  1. De Einstein a Castaneda –La magia a la luz de la ciencia- Cristina Zeledón / Ed. Alba

“Los creativos culturales” Nicanor Perlas. http://es.wikipedia.org/wiki/Nicanor_Perlas